Conductas Agresivas


Conductas Agresivas en la Infancia:

¿Qué entendemos por Conducta?
Podemos definirla como: modo de actuar de un individuo, observable, medible y modificable.

Por Conducta Agresiva entendemos, un modo de actuar de los niños caracterizada por:

1) Accesos de cólera.
2) Actos de desobediencia ante la autoridad y las normas del hogar.
3) Amenazas verbales.
4) Daños a cosas materiales.
5) Deterioros en la actividad social y académica por episodios de rabias.
6) Discusiones con los hermanos, con los padres y otros integrantes de la familia.
7) Gritos.
8) Molestar a otros integrantes de la familia.
9) Mostrarse iracundo o resentido.
10) Pleitos.
Todas estas características deben presentarse en una frecuencia, intensidad y duración adecuados para pensar se trate de un patrón conductual.

La familia constituye el lugar por excelencia en donde los niños aprenden a comportarse consigo mismos y con los demás, es decir es un agente de socialización infantil. Es la agresividad, una de las formas de conducta que se aprenden en el hogar, y en donde las relaciones intrafamiliares ejercen una influencia en su generación y mantenimiento. Cuando los niños exhiben conductas agresivas en su infancia y crecen con ellas formando parte de su repertorio conductual, se convierten en adolescentes y adultos con serios problemas de interrelación personal, que pueden generar conductas antisociales, alcoholismo, dificultades en la adaptación al trabajo y a la familia.
 
Un niño debe aprender que una conducta agresiva de cualquier tipo es inaceptable.
· Es un error responder con agresión a la conducta agresiva de un niño.
· En el momento que su niño emita una conducta agresiva, llévelo a un rincón de la habitación y explíquele simple y firmemente que no le está permitido golpear, morder, patear, etc.
· Evite utilizar expresiones en contra del niño, tales como “eres malo, malvado, insoportable”, etc.
· Refuerce positivamente cuando se comporte en forma correcta y amable con los demás.
· Preste especial atención a su conducta en situaciones grupales, y esté listo para intervenir en caso necesario.

Recomendaciones para obtener un buen estilo de crianza y educación de los hijos, estas son:

1-La comunicación frecuente y satisfactoria entre padres e hijos.
2-Incentivar la colaboración mutua entre todos los integrantes del hogar.
3-Demostraciones efectivas de afecto.
4.La reunión familiar para establecer las normas, dar y recibir afecto y compartir.
5-Estimular la confianza.
6-Propiciar la asertividad.
7-Tomar en cuenta la recreación como parte de la vida.
8-Establecer en el hogar de forma clara y precisa, los deberes y derechos de cada uno de los integrantes de la familia y exponer la responsabilidad de asumir las consecuencias de los actos cometidos.
9-Aplicar de forma adecuada el binomio afecto-autoridad.







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